Las cámaras de vacío se utilizan para controlar el volumen de un gas en el recinto que se evacua.
Esta variación de volumen puede utilizarse para diversas aplicaciones.
Una de estas aplicaciones consiste en eliminar las burbujas de los compuestos líquidos destinados a solidificarse con el tiempo. Es el caso de las resinas y los yesos.
En el caso de las resinas, a menudo queremos moldear elementos y queremos que el líquido que vamos a moldear no tenga burbujas.
Bajo el efecto del vacío, el volumen de las burbujas de aire aumentará y estallarán en la superficie del moldeo. Así, cuando la resina se haya solidificado, el moldeado estará libre de burbujas que pueden causar problemas estéticos, pero también problemas de resistencia.
Podemos trabajar con diferencias de presión importantes en tiempos relativamente cortos, porque el principio de esta desgasificación es que debe realizarse con el compuesto a desgasificar en fase líquida.
Una vez que el líquido se ha solidificado, el vacío ya no sirve de nada.
Hay que calcular bien el tiempo de fraguado de la resina para realizar el vacío con la suficiente rapidez.
En el caso de las escayolas, hay que tener cuidado de no pasarse con el nivel de vacío, ya que se podría acabar con una escayola burbujeante en lugar de desincrustante…
Bajo el efecto del vacío, el agua contenida en el yeso está sometida a un vacío y el aire disuelto en el agua tenderá a volver a su forma gaseosa…
El nivel de vacío y el tiempo necesario para hacer el vacío son importantes.
En la foto de abajo, puede ver 4 yesos que han sido sometidos a 4 niveles de vacío diferentes, siendo el tiempo de mantenimiento del vacío el mismo.
Podemos ver que a partir de -400 mbar el resultado no es tan bueno como sin vacío en este caso concreto. Dependiendo del contenido de agua del yeso, los niveles de vacío serán diferentes y también habrá que adaptar el tiempo de mantenimiento del vacío.